viernes, 9 de noviembre de 2012

Alemania ya no es un bastión seguro ante la crisis


El Banco Central Europeo advierte sobre la recesión en Alemania

Según el BCE, la economía principal de la zona euro empieza a sentir los efectos de la crisis del sur de Europa.

Alemania ya no es un bastión seguro ante la crisis del euro. Los últimos datos suponen que el bajón en el sur europeo "ha empezado a afectar la economía alemana", advirtió el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. 

La declaración no tardó en desencadenar grandes ventas en las bolsas de Europa e hizo caer el euro hasta casi 1,27 frente al dólar. Aún más, los datos divulgados esta semana muestran que es poco probable que la moneda europea recupere sus posiciones a nivel internacional. De acuerdo con la cifra oficial, la producción alemana cayó un 1,8% en septiembre, mientras que los pedidos industriales se redujeron en un 3,3%, lo que es mucho peor de lo que indicaban los pronósticos.

Todo esto “sugiere implícitamente” que Alemania ya “podría estar en recesión”, opina Annalisa Piazza, economista de Newedge, una agencia internacional de gestores financieros. En otras palabras, “la zona euro está perdiendo su principal motor de crecimiento”, según la experta.

Si anteriormente la economía más fuerte de la región era capaz de resistir la crisis, con un crecimiento del 4,2% en 2010 y del 3% en 2011, en 2012 la situación es diferente. En el primer trimestre del año el incremento fue del 0,5% y en el segundo se redujo hasta el 0,3%. Un consejero financiero del Gobierno alemán, Lars Feld, calcula que el crecimiento económico anual en 2012 no superará el 0,8%. Destaca que en este contexto los pronósticos para 2013 no pueden ser optimistas pero insiste en que por el momento es imposible concretar más.

6,6 millones de alemanes, es decir, 1 de cada 10 ciudadanos en edad laboral, son deudores insolventes.

Según la agencia financiera Creditreform, autora del estudio, un deudor insolvente es una persona que previsiblemente, en un futuro no será capaz de pagar con sus ingresos estimados el crédito recibido y tampoco podrá conseguir un nuevo préstamo.

Cada uno de estos alemanes debe un promedio 33.000 euros. El experto Ralph Yoshede afirma que, pese a la opinión extendida en Alemania de que la insolvencia del deudor se debe a una conducta frívola y derrochadora, un 90% de los deudores habían calculado debidamente sus ingresos y gastos pero “luego algo sale mal y estalla un desastre financiero".


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