martes, 26 de febrero de 2013

Referéndum de independencia en Escocia


Londres cede al Parlamento de Edimburgo la competencia legal que permite celebrar la consulta independentista en 2014

El Parlamento británico en Westminster cedió al Parlamento escocés en Holyrood el poder legal para la consecución de un referéndum de independencia en Escocia que tendrá lugar el próximo año 2014. La Cámara de los Comunes aprobaba la transferencia de competencias el pasado 15 de enero y al día siguiente lo hacía también la Cámara de los Lores, dando así luz verde al gobierno escocés para que organice la votación por medio de un mecanismo legal denominado Sección 30.

Hasta entonces, el Parlamento de Edimburgo no tenía las competencias institucionales para llevar a cabo un proceso de consulta vinculante que constitucionalmente le corresponde al Parlamento de Londres. Es la primera vez en la historia de la Unión Europea que un gobierno estatal cede este tipo de potestad legal a una institución autonómica.   

De cara a la influencia legal que el referéndum escocés pudiera tener sobre otras fuerzas nacionalistas dentro de la UE, el profesor de Política del Birkbeck College de la Universidad de Londres, Eric Kaufmann, apunta que "los textos constitucionales son relativamente irrelevantes ya que el deseo separatista está conducido por dinámicas domésticas y por balances de poder más que por consideraciones legales". En su opinión, más que un impacto legal, el referéndum escocés sí podría tener un impacto simbólico que llevaría a otras fuerzas nacionalistas -dentro de la UE- a demandar derechos similares.  

El profesor Eric Kaufmann pone como ejemplo el caso de la provincia francófona de Quebec "cuya disputa constitucional con el gobierno canadiense no impidió la celebración de los referéndums de independencia ni el deseo separatista". Los quebequenses han celebrado dos consultas secesionistas a lo largo de su historia, una en el año 1980 y otra en 1995, aunque ninguna de ellas registró el suficiente número de votos para alcanzar la independencia.

“Cataluña es una región más rica que la media española, mientras que Escocia es un receptor neto de dinero inglés”, Eric Kaufmann.    

Respecto al caso de Cataluña, el profesor Eric Kaufmann considera que las diferencias con la región británica de Escocia son principalmente políticas. "Los castellanos se resisten más al secesionismo de los catalanes que los ingleses al secesionismo escocés", explica. Entre las justificaciones a este contraste, Kaufmann destaca que "Cataluña es una región más rica que la media española, mientras que Escocia es un receptor neto de dinero inglés". Y añade que los catalanes tienen más reciente los amargos recuerdos de la represión sufrida durante la dictadura franquista en el siglo XX, que los escoceses de la represión del siglo XIV.    

A la hora de comparar Escocia con Cataluña, la profesora Horspool también destaca el factor económico. "Escocia es una de las regiones más pobres del Reino Unido, mientras que Cataluña es económicamente independiente", valora. Aun teniendo en cuenta el hecho de que Escocia posee yacimientos de petróleo, "los ingleses no se van a trabajar a Escocia por regla general, mientras que en España la población se traslada a Cataluña para trabajar", justifica Horspool. Desde su punto de vista, habría que hacer también otro interesante paralelismo: "mientras los escoceses desean mantener la figura de la Reina Elizabeth II como jefa de estado, no está tan claro que los catalanes deseen conservar la figura del Rey Juan Carlos I en caso de independizarse", compara.