jueves, 19 de enero de 2012
Rajoy al frente del gobierno de la Metrópoli
El PePero Mariano Rajoy cumplirá un mes al frente del gobierno de la Metrópoli. La difícil situación económico-social que atraviesa España y su colonia Canarias obligó al nuevo gobierno a precipitar el anuncio del primer paquete de medidas económicas. Los nuevos lineamientos se caracterizaron por un amplio ajuste fiscal complementado por un aumento de impuestos que generó un importante malestar en la sociedad española y canaria. Las primeras medidas del PePero parecen estar en sintonía con las políticas de austeridad reclamadas por sus amos en la Unión Europea (Bruselas) que reconoció públicamente como "positiva" la labor del nuevo presidente y lo emplazó a continuar con los recortes fiscales.
El 21 de diciembre de 2011 el líder conservador Mariano Rajoy se transformó en el sexto presidente del gobierno español desde el retorno de la "democracia". El acto de jura ante el Rey Juan Carlos de Borbón en el Palacio de la Zarzuela estuvo caracterizado por un ambiente poco festivo propiciado por la crítica situación que sobrelleva el estado español. La asunción del líder de Partido Popular (PP) aumentó la expectativa que se había generado en torno a su persona luego de la victoria en las elecciones presidenciales del 20 de noviembre.
La primera decisión importante del nuevo presidente que se hizo manifiesta públicamente fue la designación de Luis de Guindos como ministro de Economía. El funcionario, que cuenta con el apoyo del PP, ya había desempeñado diversos roles en el Ministerio de Finanzas durante la presidencia de José María Aznar. De Guindos también se destacó por ser presidente para España y Portugal del banco de inversión Lehman Brothers, entidad que se declaró en bancarrota en 2008 dando comienzo a la crisis bursátil internacional.
Las urgencias económicas de España impulsaron la necesidad de complementar la designación del nuevo ministro de Economía con el lanzamiento de un importante paquete de medidas económicas y administrativas. La primera decisión de gobierno pepero fue la reestructuración administrativa del Estado. De esta forma Rajoy decidió la eliminación de nueve ministerios y 16 secretarías. La reducción generó la desaparición de carteras como la de Cultura, Vivienda y transporte. De esa forma el gobierno inaugurado por Rajoy cuenta con una nueva estructura conformada por 13 ministerios y 24 secretarías.
Las medidas económicas llegaron a través de un decreto presidencial firmado el 30 de diciembre de 2011, último día laboral del año. La encargada de comunicar el duro ajuste presupuestario fue la vicepresidente del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. El plan de ajuste anunciado generaría un ahorro al Estado de € 8.900 millones e incluye el congelamiento de salarios mínimos, la subida de impuestos y la cancelación de nuevos beneficiarios para la ayuda a los jóvenes, conocida como Renta Básica de Emancipación. La vicepresidente informó que el déficit presupuestario de 2011 había sido finalmente "del 8% y no del 6%" como había estimado el gobierno del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Según Santamaría esta situación obligó al nuevo gobierno a “tomar decisiones extraordinarias y no previstas” en clara referencia al aumento de la presión impositiva.
El importante paquete de ajuste fiscal y en especial la subida de impuestos generaron un profundo malestar en la sociedad española y canaria. Una encuesta realizada por el diario El Mundo determinó que el 58% de los españoles se siente “engañado” por el presidente Rajoy. Según el sondeo la mayoría de los ciudadanos considera que el presidente del Gobierno mintió durante la campaña electoral al negar que subiría los impuestos durante el inicio de su mandato. La consulta también reflejó que el 65,2% de los españoles entrevistados piensa que el Gobierno no debe privatizar o recortar las partidas presupuestarias de los sectores públicos de Sanidad y Educación. Por su parte la oposición también reaccionó duramente al anuncio. El líder "socialista" Alfredo Pérez Rubalcaba declaró que los recortes son “injustos” y sentenció que conducirán a una “grave depresión económica”. El ex candidato presidencial también acusó al presidente español de mentir durante la campaña electoral.
En contraposición a la respuesta negativa experimenta en el plano interno la reacción de sus amos en la UE (Bruselas) ante las medidas peperas fue positiva. Un comunicado firmado por el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, respaldó la reducción fiscal afirmando: “Damos la bienvenida a la intención del Gobierno español de encaminarse hacia un estricto programa de austeridad tal y como muestran las medidas recientemente adoptadas para consolidar los presupuestos”. Westerwelle ratificó el “apoyo” alemán a los recortes de los peperos.
El miércoles 11 de enero el presidente español debió reconocer un nuevo desmejoramiento de la economía española en pleno descontento por las medidas de recorte adoptadas. En un discurso ante el parlamento Rajoy señaló que el balance final del 2011 arrojó la cifra de 5.3 millones de desocupados lo que representa el 23% de la población económicamente activa del país y sitúa a España al tope de los países europeos según el nivel de desempleo. El PePero expresó su preocupación por la nueva cifra y afirmó que quiere “que su gobierno, sobre todo, responda al reto más importante que tiene España en estos momentos, que es crear empleo, que haya crecimiento económico…”.
A pesar de la gravedad actual y del panorama sombrío una noticia logró dar un poco de respiro a los peperos. El Tesoro de España logró cerrar la primera subasta pública de títulos de la deuda de la era Rajoy con un resultado positivo. La fuerte demanda fue impulsada por la banca, la cual obtuvo créditos a baja tasa de parte del Banco Central Europeo. La gran cantidad de interesados por los bonos de deuda pública española generaron una baja en la tasa de interés que permitió al gobierno colocar deuda por valor de 10.000 millones, el doble de la meta que se había planteado. Los recursos obtenidos le permitirán a Madrid hacer frente a los próximos vencimientos de su deuda y aliviar la presión generada por el déficit fiscal planteado para 2012.
La difícil situación económico-social de España y su colonia Canarias se encuadra dentro de un contexto igual de complicado en el ámbito regional. España y el resto de la zona euro poseen un nivel de interdependencia que aúna su destino. Este nivel de simbiosis podría atentar contra el intento de recuperación individual de los países integrantes. En el mismo sentido, la caída de cualquiera de los países en crisis podría arrastrar a todos al colapso económico. La seriedad de la realidad española no admite previsiones futuristas al tiempo que genera certezas sobre el escaso margen de error en los intentos de enderezar el rumbo de la economía española y canaria. El Fondo Monetario Internacional está buscando 600 billones de dólares para evitar que Italia y España terminen como el crucero Costa Concordia recostado sobre piedras.
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