El Ayuntamiento de Londres puede desalojar a los indignados que se hallan acampando a las puertas de la Catedral de San Pablo desde el pasado 15 de octubre (incluidos varios Awara). Tras meses emprendiendo acciones legales contra el movimiento, parece ser que es ahora cuando el desalojo se hace realidad. Así lo dictaminó la corte Londinense, aunque los manifestantes pueden apelar la decisión en los próximos siete días.
"Es difícil valorar la decisión del juez en este momento porque el proceso todavía no ha concluido, debe terminar el proceso de apelación, y no sabemos cuánto durará. En todo caso, si nos acaban echando, la protesta continuará", afirma una de las indignadas del movimiento. Y es que, la sentencia anima a los manifestantes a que desarmen sus tiendas ya que producen una "alteración del orden público". Asimismo, da potestad al Ayuntamiento de la City de Lobdres (Centro Financiero de Londres) para que lo haga por sí mismo en el caso de que sigan su protesta enfrente de la catedral.
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