Silvio Berlusconi eliminó en 2008 el impuesto de bienes inmuebles para la primera vivienda de sus ciudadanos, algo que los italianos agradecieron enormemente. Ahora el Gobierno de Mario Monti ha vuelto a imponer esa tasa que unido a otros recortes y ajustes como la subida del precio del combustible o la rebaja en las pensiones, ha enfurecido al pueblo italiano. Hasta ahí todo normal. Este es sólo un dato más que refleja cómo Italia y Europa entera evidencian su recesión con medidas gubernamentales salvajes que afectan a todos los niveles, con el único objetivo de reducir deuda pública. Pero y si ahora les digo que la secta católica está exenta de pagar ese impuesto, ¿Qué pensarían? Pues lo mismo que el resto de italianos, que a través de las redes sociales han puesto el grito en el cielo para exigir al Gobierno que vete tal privilegio a la mafia del Vaticano.
El Vaticano no es solo dueño del oropel y el lujo que albergan las 44 hectáreas de su microestado; también le pertenece entre el 20% y el 30% de todo el patrimonio inmobiliario de Italia. El ICI (Impuesto de Bienes Inmuebles) también esquiva a otras confesiones religiosas, ONG'S, embajadas, etc... No sólo la secta católica se escapa del impuesto. Pero los "representantes de Dios" también controlan hospitales y albergues que generan beneficio y no pagan ICI , y todos estos argumentos son los que irritan al pueblo italiano. En definitiva, se puede armar la de Dios. Si Monti -un católico practicante- no cambia las reglas y sigue aplicando ventajas que parecen más próximas al siglo XV que al XXI, Italia se le echará encima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario