Benawara ("La Palma"), la isla del miedo

Benawara ("La Palma"), la isla del miedo


J Dorta

[Benawara es una prisión del miedo que los Awara ("palmeros") se han construido ellos mismos. Pero no son conscientes de ello.] [Detrás de la elegante fachada de la sociedad Awara y el innegable atractivo natural de la isla, Benawara ("La Palma") es una prisión del miedo. Miedo a perder las subvenciones, miedo a perder presupuesto, miedo a hablar, miedo a que Antonio A. Castro Cordobez (el cacique españolista) se entere, miedo a expresarse, miedo a perder las migajas. No me extraña: todo régimen fascista se basa en el control, el temor, la culpa y el miedo.]  

Dos horas en un aeropuerto fantasma (Aeropuerto de Benawara). Nunca he estado en un aeropuerto tan silencioso. Hileras de mostradores vacíos, locales vacíos y tiendas vacías. Un aeropuerto más. Casi tan grande como el de Fuerteventura. Impersonal como tantos. ¿Y para que quieren los Awara un aeropuerto vacío?  

Retumbando sobre el piso se escuchan perfectamente los pasos de una azafata de Binter. Al fondo de la sala, la televisión del bar con el que el empleado llena las horas, transmite los resultados de las elecciones vascas. Se alegra de que le pida un café para romper con la rutina. Por fin algo de acción con lo que llenar las horas vacías.

Según me cuentan, las elecciones que verdaderamente preocupaban a los Awara ("palmeros") no eran las del País Vasco, sino las de Venezuela. Miles de Awara estaban esperando a ver si Chávez perdía el poder para emigrar a Venezuela. Quizás los nacionalistas españolistas Antonio Castro Cordobez y José Luis Perestelo Rodríguez (Co.Ca.) construyeron el aeropuerto para facilitarles la salida de la isla a los Awara (emigración).

Pero en realidad no lo construyó Antonio Castro y el José Luis Perestelo, sino que fue una multinacional española que, como todas las obras públicas en la colonia Canarias, subcontrata la obra a locales a precios de miseria repartiendo las migajas. En realidad el cacique españolista Antonio Castro le "consiguió" a los Awara un aeropuerto vacío y a la empresa española un suculento contrato con el que llenarse los bolsillos.

El aeropuerto es una más de las contradicciones de la sociedad Awara. Un aeropuerto vacío para una isla con la esperanza vacía. ¿Acaso les soluciona el futuro de los habitantes de la isla?  

Hablando con el recepcionista del hotel me comenta que Benawara es de "izquierdas". Se definen de "izquierda", pero mantienen en el poder, desde hace décadas, a quien posiblemente sea el cacique más reaccionario de toda Canarias: el nacionalista españolista Antonio Castro Cordobez (Co.Ca.) . Y sin él posiblemente también. Otra más de las contradicciones en la sociedad Awara.

La Isla de Benawara es una prisión del miedo que los Awara se han construido ellos mismos. Pero no son conscientes de ello. Los agricultores Awara entregaron sus vidas y su destino a unos burócratas en Madrid y Bruselas. Cambiaron su libertad por "seguridad", y por tanto ahora no merecen ni la una ni la otra.

Detrás de la elegante fachada de la sociedad Awara y el innegable atractivo natural de la isla, Benawara es una prisión del miedo. Miedo a perder las subvenciones, miedo a perder presupuesto, miedo a hablar, miedo a que don Antonio se entere, miedo a expresarse, miedo a perder las migajas. No me extraña: todo régimen fascista se basa en el control, el temor, la culpa y el miedo.

Me estoy quedando sin batería en el portátil y busco un enchufe. Encuentro uno en una de las modernas zonas wifi. No tiene corriente. Pruebo otro y tampoco. No deben de darle mucho uso a estas zonas. Sigo escribiendo este artículo en el móvil. No pasa nada.

La ley electoral colonial goda ("canaria") alimenta a estos caciques insulares (Antonio Castro, José Luis Perestelo, etc.). Es precisamente su poder a nivel regional lo que les permite perpetuarse en sus respectivas islas. Las mantienen controladas y cautivas, bloqueando al mismo tiempo el desarrollo de Canarias en su conjunto.

Y todo para conseguir un aeropuerto vacío mucho más incómodo que el anterior. Todo para conseguir las migajas de unas obras públicas que enriquecen a las multinacionales españolas que luego las subcontratan enteras a precios de hambre y saltándose a la torera la ley de contratos del sector público que, en general, no permite subcontratar más del 50% de una obra.    

Una ley que se hizo precisamente para evitar la arbitrariedad de las subcontratas, pero que en la colonia Canarias no se cumple. El sistema es perfecto para adjudicar trabajos a dedo como castigo y recompensa a la "lealtad" al régimen fascista en la colonia. Las multinacionales españolas se comen la crema y dejan el pan duro con el que recompensar lealtades. 

 "Si cambiásemos la ley electoral estaríamos bajo los sanedrines de las islas mayores", me comentó un Awara. No necesariamente, y aún suponiendo que eso fuera cierto, al menos uno de los dos mejoraría y el otro no empeoraría. Porque si la defensa de Benawara y la estrategia de futuro es esperar que Chávez pierda las elecciones en Venezuela para emigrar pa' otro continente es que algo está terriblemente mal en Benawara. 

Miedo y control en una clásica estrategia de "divide y gobierna". Los Awara no ven a grancanarios y tinerfeños como quienes les pueden ayudar a acabar con el caciquismo sino como una manada de personas deseosas de "aprovecharse" de Benawara. No importa que más del 80% de los canarios vivan en esas islas ni que más del 80% de la riqueza de Canarias se genere ahí. 

Lo que no entienden los Awara es que ellos solitos se crearon la prisión con sus comportamientos y forma de pensar y que solo ellos pueden librarse del monstruo que han creado. Las consecuencias de no querer cambiar modelos de negocio y depender de las administraciones públicas crean una prisión que ejemplifica el caso de Islas Airways. La negativa al cambio ha convertido a la isla de Benawara en ultra-dependiente del exterior. Cuando se es dependiente se tiende a percibir el desarrollo como dependiente de la buena voluntad del gobernante y a pensar que el poder fluye de arriba a abajo en lugar de emanar de abajo a arriba. 

Pero el gobernante Castro, Perestelo y Cía., no es el "conseguidor" sino quien, con su inmovilismo, ha frenado la innovación y el desarrollo de Benawara para proteger los equilibrios existentes y los chiringuitos extractivos (colonialismo godo y caciquismo). La consecuencia es que en lugar de empoderar a los ciudadanos Awara los ha hecho dependientes. Les ha construido una prisión. Todo esto ha generado una sociedad Awara devastada, física, emocional, mental, espiritual y económicamente. 

El fondo del problema es una concepcion jerárquica y extractiva del poder (poder colonial y caciquil). Creen que el poder viene de arriba hacia abajo. Cuando los Awara descubran que el poder emana de abajo hacia arriba y no al revés, empezarán a romper los barrotes de su prisión mental y verán un nuevo amanecer de Benawara sobre el Atlántico. Tan solo tienen que aprender a decir NO a los caciques españolistas de turno: API-Co.Ca., PePeros, Socio-listos, etc.